MÁXIM HUERTA

miércoles, 23 de octubre de 2013




En un momento en el que todas las casas se decoran de una forma muy estudiada, encontrar una como la de Màxim, decorada con el corazón, es una suerte.

Un hogar que transmite emociones. Donde los blancos y los negros se encuentran enfrentados creando una perfecta armonía.



Un sinfín de piezas con historia, rescatadas de viejos anticuarios y traídas al presente de una forma magistral que se entrelazan con modernas obras de arte pop. Piezas ancladas en el tiempo que reivindican la estética de antaño.



Porque cada objeto en su casa tiene una historia y un sentimiento.

Y disfrutar de una charla y un café en este entorno es un regalo.

Mil gracias Màxim por este rato.









Tres elementos indispensables en tu casa
Algo parisino, algo sobre el mar y algo familiar.

Muchos de los objetos en tu casa tiene una historia detrás, háblanos de alguno.
Uno de los más especiales para mi es el cuadro original que aparece en la novela “Una tienda en París” y que conseguí comprar en un anticuario en París. El cuadro es de 1920, y la tienda estaba en la calle Pont Louis Philipe número 10. Para mi es muy especial tenerlo en casa.

¿Como definirías tu decoración?
Me gusta una decoración muy neutra, desde los marcos o los cuadros hasta los objetos. 

¿Cuál es el rincón de la casa donde más a gusto te encuentras?
Los sofás de la casa desde donde puedo ver la calle y donde me paso horas leyendo.

¿Cómo consigues una decoración tan cuidada  aunando elementos tan dispares?
Decoro la casa de una manera muy emocional, No me dejo llevar únicamente por los aspectos visuales. Puedo cambiar 1.000 veces un mueble de posición hasta que consigo encontrarme cómodo emocionalmente hablando. Me gusta ir creando una decoración poco a poco y darle vida, que nunca acaben de decorarse.




















Texto: Federico. R.
Fotos: Alberto Ortiz Rey